martes, 4 de noviembre de 2008

"Angina de pecho"



Definición de la angina de pecho
Es un dolor u opresión en el pecho que a veces irradia hacia el brazo izquierdo. Muchas veces suele manifestarse después de un gran esfuerzo. Suele ir acompañado de una sensación de constricción y muerte. La causa es una isquemia o detención circulatoria momentánea en el músculo cardíaco. La arteria coronaria se ha ido bloqueando poco a poco por una capa de ateroma (depósito de grasas) que va impidiendo un buen suministro de sangre y oxígeno al corazón.

El control médico es imprescindible en estos casos.
Interpretación emocional de la angina de pecho
La falta de nutrición (oxígeno) al corazón nos habla de que no estamos expresando o viviendo con amor. A menudo muchas personas no tienen tiempo "para esas tonterías".
Emoción positiva de la angina de pecho
Soy una persona que amo y merezco ser amado/a.
Nutrición para la angina de pecho
Hemos de tomar consciencia de que un mal metabolismo de los ácidos grasos hace que las grasas se depositen en la arteria coronaria obstruyendo el paso.
Empezaremos evidentemente por eliminar de nuestra dieta el máximo de grasas de origen animal a excepción del pescado azul, rico en omega 3, que puede ser un buen aliado nuestro. La tendencia debe ser consumir el máximo de proteínas vegetales (legumbres, germinados, gluten, tofu, et.) en lugar de las proteínas vegetales. Dentro de los lácteos lo ideal es el yogur y el kéfir. La leche de vaca puede ser sustituida por una leche vegetal como la de soja (soya) o de almendra sin azúcar. Cuidado con reducir demasiado al mínimo el consumo de proteínas ya que un exceso de hidratos de carbono puede favorecer, en algunos casos, un desequilibrio en los niveles de insulina y este es uno de los factores de aumento de problemas cardiovasculares.
Hemos de reducir al máximo el consumo de sal. Si tomamos un poco que sea sal marina fina sin refinar. Lo ideal es condimentar con sésamo, levadura de cerveza o especias (pimienta, jengibre, eneldo, orégano, tomillo, perejil, coriandro, etc…).
El tabaco es uno de los primero enemigos en eliminar ya que favorece la falta de oxígeno y la vasoconstricción (estrechez) de las arterias.
Como norma eliminaremos también el alcohol y el café.
Algunos estudios afirman que el aporte complementario de L-Carnitina ayuda a que el músculo cardiaco utilice mejor el oxígeno que le llegue. A la vez también favorece la disminución del colesterol y los triglicéridos (consultar dosis a nuestro médico o profesional).
La coenzima Q 10 también es un nutriente que suele ser deficitario en muchos paciente cardiacos. Los pacientes suelen notar un aumento de su tolerancia al esfuerzo.
El magnesio es quizá uno de los minerales más importantes a la hora de evitar los espasmos de las arterias coronarios. A diferencia de la coenzima Q-10 y de la L-Carnitina, el Magnesio es muy barato y se consigue en todos los países (consultar dosis y tipo de Magnesio a nuestro médico o especialista).
La fibra es básica a fin de impedir o limitar la absorción de azucares y grasas nocivas. La fruta, verduras y cereales integrales no pueden faltar.
En especial la linaza (mejor si es molida) o semilla de lino nos aportará muchísima fibra y un gran aporte de omega 3 y 6.
Los frutos secos crudos como las nueces y las almendras son buenos amigos del corazón ya que le aportan ácidos grasos saludables.
Tomar una o dos cucharadas soperas de lecitina de soja también puede ser un hábito estupendo ya emulsiona (hincha) las grasas favoreciendo así que se desincrusten y sean eliminadas.
Por último decir que el ajo y la cebolla son dos alimentos con un grandísimo poder a la hora de mantener las arterias lo más limpias posibles.
Fitoterapia para la angina de pecho
• El Espino albar o Marjoleto (Crataegus oxiacanta) mejora el aporte de oxígeno ya que ayuda a la dilatación de los vasos coronarios.
• La Lavanda, el Azahar, la Melisa y la mayoría de plantas relajantes suelen ir bien siempre que veamos a la persona con una gran carga de estrés o nerviosismo.
Otros consejos para la angina de pecho
El ejercicio físico suave, como caminar, es vital pero debe realizarse de forma progresiva (empezar por veinte o treinta minutitos tres veces ala semana) y nunca llegar a un punto de agotamiento.
Ejercicios como el Yoga o cualquier técnica de relajación son importantes a fin de mejorar la oxigenación y reducir el estrés.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este articulo tiene una función meramente informativa.

Autor: Josep Vicent Arnau
Naturópata y Acupuntor
Articulista de Enbuenasmanos

FUENTE

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